Limpieza de frutas y verduras

Muchas veces nos olvidamos que en la Agricultura también hay plagas, por eso es tan importante que al momento de adquirir los alimentos los lavemos de manera correcta, ya que una mal aseo puede ocasionarnos malestares gástricos, dolores abdominales, reacciones en la piel o enfermedades como la listeriosis, una infección provocada por la bacteria listeria monocytogenes, que se manifiesta con fiebre y fuerte dolor muscular, precedida de diarreas u otros trastornos gastrointestinales, y que es especialmente virulenta con embarazadas, mayores de 65 años y personas con el sistema inmunológico débil, e incluso puede provocar la muerte.

No necesitas artículos desinfectantes para lavar frutas y verduras, basta con agua y una escobilla/cepillo o papel de cocina.

A continuación te dejamos algunas recomendaciones sobre como lavar correctamente algunas frutas y verduras:

Vegetales de hoja. Lave separadamente y de forma individual las hojas de lechuga y otras verduras bajo el chorro de agua corriente. Deseche las hojas exteriores si están feas. La inmersión previa de las hojas durante unos minutos en un recipiente con agua fría puede facilitar el ablandamiento de tierra y suciedad si están presentes. Séquelas con papel de cocina o use un centrifugador de verduras para eliminar el exceso de humedad.

Raíces y tubérculos (papas, zanahorias, rábanos, jengibre, etc): Enjuáguelos en agua, después lávelos concienzudamente bajo el agua corriente y luego séquelos.

Vegetales con ‘recovecos’ y frágiles al mismo tiempo (coliflor, brócoli, etc): Sumérjalos en agua durante uno o dos minutos, enjuáguelos bajo el chorro de agua corriente y séquelos.

Manzanas, pepinos, peras y otros vegetales y frutas de consistencia firme: Lávelos directamente bajo el agua, frótelos con un cepillo suave si fuera necesario y séquelos.

Melones y sandías. Aunque está claro que no nos vamos a comer la piel, son productos que crecen en contacto con la tierra, con lo cual conviene lavar con agua y frotar su superficie antes de abrirlos y luego secarlos. A la hora de cortarlos, utilice un cuchillo para cortar las tajadas y otro diferente para separar la pulpa de la piel.

Frutas más o menos blandas (uvas, cerezas, frutillas, ciruelas, moras…). No lavar hasta el momento de su consumo, antes de guardarlas revisar y desechar aquellos granos o ejemplares mohosos o en mal estado (podrían afectar al resto). Antes de consumirlos sumérjalos en agua y, posteriormente, enjuáguelos bajo el chorro de agua corriente.

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